DIMENSIONES DE LA CONDUCTA DE LOS PADRES

La conducta de los padres no es unidimensional; no consiste simplemente en variaciones a lo largo de un solo eje, como parecen suponer a veces las simplificaciones excesivas y vulgares.

La respuesta del niño no dependerá simplemente de un aspecto de la conducta y de la personalidad de los padres, sino más bien del efecto combinado de muchos aspectos de las mismas.

La ansiedad, la agresividad, la estabilidad emocional, la identidad personal, el conservadurismo o el radicalismo, la autoestima, etc., constituyen dimensiones de la personalidad y de la conducta de los padres muy influyentes.

La ansiedad de los padres generará un ambiente familiar propenso a la angustia, la agresividad mal controlada propiciará un ambiente inestable, los padres dotados de una identidad personal débil ofrecerán un medio inconsistente y empobrecido que prácticamente imposibilitará la formación de la identidad personal de los hijos, etc.

Sin embargo las dos dimensiones de la conducta de los padres más importantes y también las más estudiadas son el AMOR-HOSTILIDAD y el CONTROL-AUTONOMÍA.

Unos padres aman a sus hijos, otros no los quieren. Los primeros pueden ser amorosos y permisivos, o amorosos y controladores a la vez; los segundos pueden rechazarlos y controlarlos, o rechazarlos y ser permisivos.

DEFINICIÓN DE PADRES AFECTIVOS

  • Aceptan a los hijos.

  • Son afectuosos, cariñosos y lo demuestran espontánea y frecuentemente.

  • Aprueban: buscan continuamente acciones de los hijos bien realizadas para manifestarles su aprobación. 

  • Comprenden: buscan la explicación. Prefieren

  • Ponen interés: se dedican realmente  a los hijos. Dedican tiempo. Les interesa mucho cada minuto de la vida de sus hijos. Viven la actualidad de la  vida de sus hijos.

  • Explican frecuentemente: obtienen una satisfacción profunda dialogando con los hijos.

  • Razonan la disciplina: procuran que ésta sea aceptada.

  •  Elogian para imponer la disciplina.

  • Castigan poco. Les duele tener que castigar.

 DEFINICIÓN DE PADRES CONTROLADORES

  • Imponen muchas restricciones. Prohíben mucho. Acotan espontáneamente.

  • Hacen  cumplir estrictamente las normas

  • Exigen conductas recatadas, educadas sin estridencias: modales en la mesa, limpieza, orden, cuidado de los muebles, ruido, etc.

  • Exigen obediencia estricta a sus prohibiciones. Prohíben y controlan especialmente el juego sexual y la agresión a hermanos, a compañeros y los padres.

CUANDO SE EDUCA CON AFECTO Y AUTONOMÍA

Esta combinación genera una buena autoestima y por tanto, proporciona al niño muchas características deseables:

Seguro. Activo.

La seguridad en sí mismo le facilita su iniciativa y actividad.

Comunicativo. Afectivo.

El trato afectuoso abre el camino del aprendizaje de los mecanismos  de la comunicación, mientras que la hostilidad dificulta tal adquisición.

Cuando a un sizotímico (reservado, alejado, crítico) se le educa  de este modo, probablemente continuará siendo sizotímico, pero se le facilitará tanto su comunicación social que la sizotomía, limpia de las  limitaciones sociales, se convertirá para él en una característica propicia para su disfrute.

Socialmente auto-afirmado e independiente.

Incluso los niños que apuntaban timidez desde sus primeros años, superan mejor sus inhibiciones con este trato.

Creativo.

Las características no deseables que genera este trato son poco importantes:

  • Algo dominantes, caprichoso, mandón o tirano.

  • Algunas explosiones de agresividad.

El autocontrol  en el niño se logra ejerciendo control sobre él. Por eso el trato autonómico dificulta el autocontrol y consecuentemente favorece la conducta agresiva que pasa pronto.

Algo desobediente e irrespetuoso.

Normalmente esta clase de niño se comporta así en su casa, allá donde se le ha permitido tal comportamiento. Fuera del hogar, aunque manifieste una cierta querencia a la desobediencia y su espontaneidad raye a veces la falta de respeto, suele controlarse.

El exceso de autonomía exacerba las características no deseables que acabas de estudiar y propicia la inestabilidad emocional, por falta de autocontrol, y la poca autoexigencia. La carencia de autoexigencia se traduce en inconstancia. La inconstancia propicia la falta de resultados que, a la larga, pueden propicia la inseguridad en la comunicación y en la actuación social.

Eras el más ocurrente. Estabas cargado de ideas y de iniciativas. Todo el mundo te envidiaba. Casarme contigo parecía un privilegio, porque el tuyo era el futuro más prometedor. Al principio procurabas que saliésemos con tus compañeros. Ahora los rehuyes, porque todos terminaron los estudios y, unos mejor que otros, pero todos menos tú se han situado en la vida. Yo aquí, contigo, con el lobo solitario, con la eterna promesa.”

CUANDO SE EDUCA CON AFECTO Y CONTROL

Esta combinación también genera una buena autoestima y por tanto, también proporciona al niño muchas características deseables.

Activo.

Es activo como el anterior pero controla mejor su agresividad.

Comunicativo aunque mucho más comedido o autocontrolado que el anterior.

Agresividad educada.

Gracias al afecto, el niño ejerce un sano autocontrol sobre su agresividad.

Obediente, cortés y ordenado.

Creativo y eficaz.

Quizás menos creativo que el anterior pero más eficaz.

Hay personas muy ocurrentes dotadas de una gran creatividad, pero que jamás “prepararán una exposición” porque carece de la autoexigencia y de la capacidad de trabajo para desarrollar sus ideas. Hay otras, quizás menos brillantes, que “completan una y muchas exposiciones” porque saben exigirse a sí mismas y trabajar sus ideas.

En los factores de segundo orden que hemos desarrollado verás que hemos estudiado un medio para identificar y diferenciar ambas maneras de ser creativo.

El exceso de control genera características nada deseables:

  • Sumiso, carente de iniciativa y de competitividad.

  • Poca motivación de dominio de tarea

  • Dependiente. Pasivo. Conformista.

CUANDO SE EDUCA CON HOSTILIDAD Y CONTROL

La hostilidad combinada con el control favorece las siguientes características:

Hemos observado en muchos de los niños lo que de observa en muchos adultos criados en instituciones de beneficencia: un gran resentimiento paralizante.

La hostilidad provoca espontáneamente una reacción de contrahostilidad, pero al niño educado bajo esta combinación conductual, no sólo no se le permite expresar en su conducta la contrahostilidad, sino que, muchas veces ni siquiera llega a tomar conciencia de ella.

Imagina que un superior es hostil contigo. Tú experimentas una necesidad de contrahostilidad. Tomas conciencia de ello y si no  te conviene manifestar tu reacción  en tu conducta, cuando menos, reaccionarás descalificando a tu superior en tu fuero interno o desahogándote con algún amigo.

Imagina ahora que el superior hostil es tu padre. Además imagina también que te han inculcado desde pequeño  que a un padre se le debe todo el respeto y que un buen hijo no falta a su padre ni si quiera con el pensamiento.

El acto hostil de tu padre generaría en ti contrahostilidad y sentimientos  de culpa, pero los sentimientos de culpa te impedirán tomar conciencia de tu necesidad de responder con hostilidad. Quedaría abierto ante ti el camino al neurotismo. Por tanto...

  • Trastornos emocionales

  • Se preocupa y autorrecrimina.

Acaricia más que otros las ensoñaciones suicidas. Propende a tener accidentes.

Nada tiene  de extraño que los accidentes proliferen en los años de mayor vigor y descontrol  emocional, pero se puede precisar aún más: cuando un especialista inicia un análisis sobre seguridad e higiene de una factoría lo primero que  pide son los nombres de los operarios con imán hacia los accidentes. En efecto, la mayoría de los accidentes coinciden en unas pocas personas. Se trata de sujetos en los que el discurrir de su pensamiento, la atención y la percepción misma se encuentran perturbados por las emociones.

  • Su autoestima es deficiente.

  • Le falta confianza en sí mismo e interés por adoptar papeles de adulto.

  • Socialmente se retrae. Presenta dificultades para relacionarse con sus compañeros.

CUANDO SE EDUCA CON HOSTILIDAD Y AUTONOMÍA

En este caso también observamos el resentimiento, pero ahora se trata de un resentimiento que le mueve a actuar.

Como es tratado con hostilidad, experimenta la contrahostilidad o el resentimiento, y como no ha sido inhibido carece de autocontrol.

El resentimiento que le mueve a actuar sin control, se traduce en conductas muy agresivas y poco reguladas por la conciencia, que facilitan la delincuencia.

Consejos para padres