PERSONALIDAD DEPENDIENTE
Pasividad Prácticamente
dependencia es sinónimo de pasividad. El dependiente adopta actitudes
pasivas ante las dificultades:
Fracaso
académico El
niño excesivamente dependiente a menudo presenta dificultades de
aprendizaje. El
adolescente excesivamente dependiente nutre prioritariamente el grupo de
alumnos fracasados durante el BUP y COU. Si llega a superar las
dificultades de estos cursos, generalmente muestra irresolución ante la
decisión vocacional, e inicia los estudios superiores en evidente
situación de inferioridad. Algunos
padres de alumnos dependientes logran evitar el fracaso académico
controlando y exigiéndole al chico minuciosa y continuamente, pero al
evitar el fracaso de este modo, favorecen el establecimiento de la
personalidad dependiente. Minusvalía La
dependencia en el joven y en el adulto constituye una minusvalía difícilmente
superable. Buscan satisfacción a sus motivos de dependencia
estableciendo relaciones dependientes con su cónyuge, jefe, etc., y
procuran obtener trabajos de responsabilidad compartida y estabilidad y
vitalicia. Las relaciones de dependencia que establecen, siempre llegan
a ser conflictivas e insatisfactorias. El
joven excesivamente dependiente de su madre mantiene con ella una relación
de continuo conflicto: mientras busca que su madre le apoye y le
resuelva, le acusa de ser la causa de sus limitaciones. La misma situación
conflictiva se genera entre esposos, amigos, etc. cuando les unen
relaciones de dependencia excesiva. Ansiedad Las
manifestaciones ansiosas del excesivamente dependiente no son
constantes. Muchas veces el dependiente se muestra ajustado mientras no
tenga que afrontar dificultades. Cuando éstas llegan, sucumbe y
reacciona con ansiedad y
descontrol exagerados. LOS
MOTIVOS DE DEPENDENCIA Y SUS CONDUCTAS DEPENDIENTES Motivo:
que otras personas le cuiden. Conducta
general: buscar ayuda, reconocimiento, aprobación, contacto,
tranquilización. Si
entras a un aula de educación infantil
siempre encontrarás a la profesora rodeada de unos cuantos alumnos que
buscan continuamente su aprobación para la tarea que están ejecutando.
Cuando caminan junto a un adulto ofrecen su mano para que se la tomen. Tienden
a subirse encima de alguien. Ante cualquier susto o heridita llorarán
desaforadamente buscando tranquilización. Motivo:
sentirse íntimamente ligado a otro. Conducta
generada: aferrarse a adultos o a otros niños, oponerse a la separación
respecto de los adultos. En
una edad especialmente propicia para los emparejamientos. Cuando se
establece la pareja, se protegen, se ayudan, tras el fin de semana se
abrazan y se cuentan todo. Si son de diferente sexo, se besan y
acarician. Motivo:
ser aceptado por otros. Conducta
generada: solicitar afecto y apoyo. “Pero
cada una de estas metas (la de la atención p.ej.) puede buscarse de
numerosas maneras. Un niño gritará al maestro “mírame”; otro niño,
silenciosamente, se abrirá camino hasta la primera fila con objeto de
estar directamente bajo los ojos de su maestro. Un tercero podrá
manchar el dibujo de su vecino y luego esforzarse porque su atención
llegue a la atención del maestro.” SOBRE
LOS PADRES GENERADORES DE DEPENDENCIA La
mayoría de los padres generadores de dependencia adoptan actitudes
inconsistentes, originadas de un lado por el deseo de independencia para
su hijo, y de otro por el miedo a que le hieran. Muchos
padres permiten la conducta dependiente de su hijo por temor a las
connotaciones negativas que en nuestra cultura posee la palabra
“independencia”. Suelen
ser padres responsables pero que ejecutan una errónea interpretación
de su responsabilidad. El
niño excesivamente dependiente tiraniza sutil y veladamente a sus
padres. La aceptación de este hecho suele facilitar la admisión del
problema, pero cuando ellos pretenden modificar su actitud, muchas veces
suelen claudicar ante la reacción del hijo. Muchas
madres y padres, conscientes de la excesiva dependencia de su hijo,
continúan favoreciéndola, como si ésta diese algún sentido especial
a sus vidas. |