Lo ejerce una persona o
grupo de personas sobre otra. A pesar de su alcance, es fácil que pase
desapercibido para la mayoría excepto para la víctima.
Fundamentalmente,
las estrategias son:
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Descalificar
y desacreditar a la víctima sutilmente sobre todo a través de
mensajes no verbales.
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Rechazar
la comunicación directa: así el conflicto no puede ser solucionado
y se provoca el sentimiento de culpa de las víctimas.
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Aislar
a la persona.
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Hacer
novatadas.
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Inducir
a caer en errores.
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Acoso
sexual.
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Hacer
guasa con sus puntos débiles.
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Burlarse
de sus ideas, convicciones o gustos.
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Ridiculizarlo
en público.
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Hacer
alusiones desagradables.
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Poner
en tela de juicio su capacidad de juicio y decisión.
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